viernes, 27 de marzo de 2009

RECUERDA...




En el pretérito del tiempo
aquella puerta permanecía abierta
siempre
podías entrar libre
donde los caracoles habitaban
detenías el oído
las ventanas se abrían
al estruendo de mariposas
fundiéndose

en la incierta luz del ocaso
cada mirada derretía los tabiques

un altar cada lecho

todos profanados

Recuerda

Casa de juventud
cuánto agradecí los lienzos
de lujuria que decoraban tus pechos
la mesa bajo la que explorábamos
manantiales de manos
muslos y más allá,
más adentro
hasta los escombros

Añoro el crujir de tablas
esa confusión de sudor y barniz
que bendecía el suelo
y la explosión de flores
de tus pies descalzos
que siempre escribían el camino

Siempre

Ruinas de cordura y monedas
apuntalan el muro
que hoy es aquel futuro
pero hay fracciones de cielo
que destruyen los techos
y puedo ver aquellas estrellas
Entre los gemidos.

¿Las ves tú amor mío?


viernes, 13 de marzo de 2009

SILENCIO



Muchas palabras
para tan evidente silencio

Silencio que se aleja
como un rumor de pétalos en la hojarasca.

Silencio de huellas
que se confunden
en el tumulto de conchas
que otrora fueron carne
en ese océano
que por un instante
deja ver paraísos
justo detrás de las cuencas
que el invierno dejó sin ojos

En silencio desnuda
tu piel el tacto apremia
y un lenguaje de manos
dedos y yemas
buscan conversación en tus pechos
tu ríes malévola
y de tus labios rojos
pendencieros escapan gemidos,
vientos del sur al galope de mástiles
que se quiebran y renacen
en la galerna de tus muslos

Gritamos para esconder
inútiles palabras
gritamos en silencio
para no despertar a la muerte.



lunes, 9 de marzo de 2009

LA LUNA ES UNA AMANTE EXIGENTE



Comprendo.

Esa soledad de abisal cubículo
losa de presagios cuando el ocaso
apaga el horizonte

Te transportas al averno
cada día
sin saber si la paga de Judas
será suficiente para las Parcas.

Pero queda la vida
que construye hogueras
cada vez que nacen flores
de los rescoldos de pretéritos magmas,
cada vez que nuestros pies recorren calles
sin que nuestros ojos se cierren
distraídos en nómadas carnales

que luego habitarán los lechos y las resacas
que luego se convertirán en palabras
que luego edificarán versos,
que luego serán el germen de nuevas tormentas,
que luego dejarán papeles inmaculados

de soledad absurda.

Si, amigo
La luna es una amante exigente.


miércoles, 4 de marzo de 2009

RITUALES




Impotente y con todo el desprecio que podía caber en aquella mirada, era testigo de ese final que tanto odiaba, final sórdido e impropio de una existencia dedicada por entero al hedonismo y a la satisfacción de la carne, esa era su necesaria y buscada tarea y a ella dedicaba ese ser cada uno de los días de su vida de forma disciplinada y rutinaria hasta este sublime y ansiado momento. Pero ya nada es lo que era. Ellos estaban allí riendo distraídos, trivializando este atávico instante ¿por qué hacían esto? ¿cómo podían haber olvidado los rituales? La sangre derramada inútilmente y la carne convertida en impuro e indigno despojo. No, nada es como debe ser.

- ¡Ya empezamos! Siempre que entran los cerdos la misma mierda ¡puto filósofo de los cojones! ¡joder Pepe!, vale que con los electrodos la matanza ya no es lo mismo pero llorar, hombre, llorar no. Y ponte las pilas que hoy hay faena, no me jodas…

Una lágrima asomó a sus ojos crispados y resbaló hasta la hoja del cuchillo que terca y sistemáticamente, como queriendo borrar de su memoria la sangre y los gritos, se afanaba en afilar.

Inútilmente.


domingo, 1 de marzo de 2009

GRANDES ESPERANZAS (historia en esqueleto)



Una perenne sonrisa habitaba en su rostro antes de que el plomo de los días se instalase en él como un incomodo inquilino. Hubo una primavera antes de las llamadas imperativas y de todo el papel amenazante que ahora era una montaña a sus pies. Esa sonrisa como luz del ocaso se pegaba a sus ojos cuando abría la puerta para entrar en lo que ya dejó de ser suyo. Todo desapareció en aquel coche que en un segundo se llenó de sangre y ausencias. Cada paso suyo fabricaba una demencia de árboles y maldiciones que iba construyendo el absurdo bosque desde donde empezó a formarse la nube negra que como un macabro B52 no cesaba de vomitar deudas y deudos como inexorables bombas de precisión en su cabeza que poco a poco fueron llenando de alcohol y escombros su naufragio. Sí, esa sonrisa volvió para iluminar el camino de la pistola que firmemente sujetaba su mano.