lunes, 18 de mayo de 2009
CONCURRENCIA DE SU SOLEDAD...
“Todavía tengo casi todos mis dientes
casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.”
Síndrome. Mario Benedetti
Nos hacemos viejos; tanto que van muriendo los seres inmortales. Mario Benedetti era viejo y su cuerpo se empeño en morirse, su cuerpo se fue a la nada absoluta. Él no, él se queda. Queda su compromiso con la justicia que ya es de todos nosotros. Pero también queda lo que ya es mío de él. Quedan por Avellaneda mis lágrimas grabadas en la última página de La Tregua y que regalé a la primera que no me amó como ejemplo de lo que puede llegar a doler el amor. Queda cada poema prestado que recité a cada mujer que quiso compartir conmigo lecho y locuras porque vívido llega el recuerdo de cada una de ellas cuando los leo. Queda su voz y su calma y mi yo estando allí mientras hablaba de cosas irreconciliables como justicia y monedas, y de cosas posibles como amor y juventud.
Y quedo yo que nunca dejaré de ser uno más de la concurrencia de su soledad.
P.S. Me gustaría dejar los obituarios por algún tiempo, así que ¿queréis dejar de moriros de una puta vez?
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4 comentarios:
jajjajajjajajja.. yo no me he muerto, asi que sigo riendo aunque no debiera ¿o si? Sr. Kai, es usted un demontre, y que no se muera más nadie ya éste mes, que dolor¡¡¡¡
un fuerte abrazo.
Sr. Kai,
Sabía que si venía a tu casa encontraría a Benedetti en "El lado oscuro del corazón"...
Nadie muere cuando nos deja su esencia, y esa esencia es tan nuestra que se impregna en nuestra piel y en nuestras palabras, ofrendas desinteresadas, búsquedas a veces de imposibles.
Nada hay irreconciliable entre la nostalgia y los versos.
Saúde hermano Kai. Bicos.
P.S. Y sí, por favor, basta ya de obituarios...
Te dejo un regalo... No sé como se inserta una canción aquí...
http://goear.com/listen/32bbf7d/Los-formales-y-el-frio-Joan-Manuel-Serrat
Carissimo Sr. Kai: vos y yo sabemos que el flaco no se ha muerto, porque sus versos siguen viajando por el río de la Plata y desde allí, por esa magia extraña que hace titilar a las estrellas, acaba recorriendonos las venas. No se fue a las tinieblas, ni al lado oscuro del corazón, porque como un faro inagotable sigue iluminándonos en los abismos y en los naufragios, y vos sabés que esta es una energía renovable, que nos llena de motivos y de razones, que nos da energía para seguir escribiendo en las tapias de los cuarteles y de las iglesias, en las servilletas de las cafeterías, en el reverso de las fotografías de las amantes que solo nos sonríen desde el papel, en los corazones de los amigos que no necesitan disculpas. Que siga viviendo Benedetti en nuestras palabras... Un abrazo, compañero, hasta la victoria siempre (o hasta la próxima vez que compartamos una botella o un sendero).
Me han emocionado tus palabras, pero el PS casi me mata de la risa.
Se nos van muriendo aquellos a quienes admiramos, ¿será eso señal de que nos hacemos viejos?
Un beso querido amigo. Todavía me estoy riendo, pero confío en que Don Mario también se reiría con tus palabras.
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