Huyes de las ruinas propias
y ajenas
tan sola como antes
tan sola como siempre
sola
y los harapos de tiempo
ya no pueden cobijar tus dudas
tu odio es tan puro
que se confunde
con el rastro de carroña
y lágrimas
que queda
cuando abandono el lecho
al alba
Un contubernio de espectros oscuros
se conjura en los templos de la razón
para construir
ejércitos de certidumbre
que asedian
una fe que ardió en pretéritos incendios
ya no es tuya
Deambulas entre mi amor y su desprecio
sobre un abismo inventado
organizando el caos a dentelladas
y en la noche que aún te queda
el espanto ilumina tus ojos
y abre los míos
Te amo por ello
no sabes cuanto.
Para mi amada Cris porque su coraje es un ejemplo a seguir hasta la muerte o hasta la vida.
4 comentarios:
Fé que arde en los incendios, en las soledades incompartidas, en los lechos vacíos al rayar el alba. Siempre queda el valor, el tuyo.Siempre queda..la valentía.
Es un bellisimo poema...
Llego por casualidad a tu blog y me ha gustado mucho.
Un saludo.
la fe es el misterio de amar las garras...
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